jueves, 19 de abril de 2012

Expansión al interior

Expansión al interior

A comienzos del siglo XX, y por medio de los obreros del ferrocarril, el fútbol empezó a llegar al resto del país. El primer club de fútbol del interior del país (todos los departamentos excepto Montevideo) fue el Melo Football Club, de la homónima ciudad de Melo, fundado el 29 de mayo de 1903. Por su parte, la primera Liga de este deporte fue la Liga Departamental de Fútbol de San José (San José de Mayo), fundada el 19 de febrero de 1909. Ese año se disputó el primer torneo de esa liga, el cual fue obtenido por el club Formidable.
En 1922 se disputó el primer campeonato de selecciones regionales en el interior: el Campeonato del Litoral, el cual fue obtenido por el representante de la ciudad de Mercedes.
Con el pasar de los años, claramente el fútbol uruguayo se fue dividiendo en dos: el fútbol en Montevideo, y en el resto del país. En la primera mitad del siglo XX se conformaron las diferentes ligas en todo el interior del país, hasta que el 14 de julio de 1946 se conformó la Organización del Fútbol del Interior, organismo que controlaría el fútbol del interior del país.
En la temporada 1951/1952 se disputó por primera vez el Campeonato de Selecciones del Interior, el cual fue obtenido por el representante de Durazno. En el año 1965 se jugó la primera Copa El País (campeonato de clubes del interior), el cual quedó en manos del club Atenas de San Carlos.

PRIMEROS CUADROS DE FUTBOL

El fútbol fue introducido por los inmigrantes ingleses en los años 1880, más precisamente a la ciudad capital de Montevideo. El primer partido de fútbol del cual se tiene conocimiento en Uruguay fue el disputado en 1881 entre los clubes Montevideo Rowing Club (fundado en 1874) y Montevideo Cricket Club (1861), ambas instituciones polideportivas.
El primer equipo uruguayo dedicado principalmente a la práctica del fútbol fue el Albion Football Club, fundado el 1º de junio de 1891. El 30 de marzo de 1900 se fundó la Uruguay Association Foot-ball League, actual Asociación Uruguaya de Fútbol, con el fin de organizar el fútbol en el país y sus campeonatos. Dicha asociación organizó el primer Campeonato Uruguayo de Fútbol ese mismo año, el cual fue obtenido por el Central Uruguay Railway Cricket Club.

Apogeo del caudillismo

Las vinculaciones de los colorados con los unitarios argentinos y de los blancos con los federales dieron lugar a una constante intervención de la Argentina en los asuntos internos uruguayos, a lo que se sumaba Brasil. También se debe destacar la intención de Francia y Gran Bretaña de extender su predominio económico al Río de la Plata.
Todas estas influencias extranjeras, sumadas a las rivalidades internas en Uruguay, desencadenarían la llamada Guerra Grande (1839-1851). Luego de que las tropas riverenses vencieran a las de Oribe, éste renunció a la presidencia y en su lugar fue electo Rivera, el 1º de marzo de 1839. Ya en febrero de ese año le había declarado la guerra a Rosas, aliado de Oribe, dando comienzo a la contienda.
Entre 1839 y 1843, la guerra fue favorable a Rosas y Oribe. Este último impuso el sitio de Montevideo entre 1843 y 1851. Así, el país quedó dividido en dos partes: Montevideo bajo el poder del Partido Colorado, apoyado por los ingleses y franceses, que forman el Gobierno de la Defensa; el resto del país, dominado por Oribe y los blancos, que formaron el Gobierno del Cerrito, con su capital en la ciudad de Villa Restauración, actualmente el barrio de la Unión. Oribe fue el primer presidente oriental que homenajeó oficialmente a Artigas, bautizando con el nombre del prócer a la principal calle de Villa Restauración.
Durante este período, varias legiones extranjeras — franceses, italianos, etc. — apoyaron la defensa de Montevideo, siendo especialmente notable la participación de Giuseppe Garibaldi, quien comandara las fuerzas navales de Montevideo.
Desde 1849, tras aplastar el imperio del Brasil a la República Riograndense, al concluir la Guerra de los Farrapos — del portugués "Guerra de los Harapientos" — arreciaron las incursiones y ataques brasileños sobre el territorio uruguayo.
En 1851, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Argentina, Justo José de Urquiza, forma una coalición con Brasil y el Gobierno de la Defensa e invadió el territorio uruguayo. Simultáneamente se produjo una nueva invasión brasileña. El cansancio generado por la larga guerra provocó la rápida rendición del gobierno del Cerrito y la firma de la paz, el 8 de octubre de 1851. Como resultado del tratado de paz firmado en 1852, Uruguay reconocía la soberanía brasileña sobre las Misiones Orientales — ya ocupada en los hechos por el Imperio de Brasil — más una franja adicional, entre los ríos Cuareim e Ibicuy.
Al finalizar la Guerra Grande el país queda en un complicado escenario: totalmente endeudado con decrecimiento de población, destrucción de la mayoría del ganado (principal fuente de ingresos del país).
Muchos responsabilizaron a los bandos políticos por la debilidad interna y propusieron una política de fusión para eliminar las divisas, llegando en 1857 el presidente Gabriel Pereira a prohibir la reorganización de los partidos políticos.
Al llegar en 1860 a la presidencia Bernardo Berro, a pesar de ser blanco, se inclinó hacia la política de fusión. Intentó implantar una política de neutralidad con Argentina, puesto que opinaba que Uruguay no se debía entrometer en asuntos externos.
Venancio Flores, el principal caudillo uruguayo en ese momento, se alió con los gobiernos de Brasil y Argentina e invadió el territorio uruguayo. Tras una breve, pero violenta guerra, accedió al poder en 1865. Flores pagó el apoyo brasilero y argentino uniéndose con ellos contra el Paraguay, en la Guerra de la triple alianza.

martes, 17 de abril de 2012

Independencia

La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el nombre de Estado Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María. También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río Yaguarón.
El primer presidente, electo bajo la Constitución de 1830, fue Fructuoso Rivera, desplazando a Lavalleja, que no era de ningún modo del agrado de los brasileños. Fue sucedido por Manuel Oribe, asumido en 1834. No obstante, gran parte del poder seguía en manos de Rivera, gracias al cargo de Comandante General de la Campaña que se había creado para él mismo durante su mandato.
Diversos incidentes llevaron a la revolución de Rivera y sus partidarios en contra del gobierno en 1836. Oribe decretó que sus seguidores usaran una divisa blanca, mientras Rivera adoptó una cinta colorada (primero había elegido una celeste, pero debido a que se confundía con el blanco decidió cambiarla). Es de esta forma que nacieron los «blancos» y «colorados», quienes se enfrentaron por primera vez en la batalla de Carpintería, el 19 de septiembre de ese año.
Según Edmundo Narancio,[7] entre las consecuencias positivas de la independencia uruguaya podemos destacar el establecimiento de leyes básicas y la creación del pabellón a raíz de la jura de la Constitución, los nuevos derechos y libertades, el principio de autodeterminación, prohibición del tráfico de esclavos con países extranjeros, la supresión de un sistema fiscal complejo con numerosos impuestos y la apertura comercial. Por contra, entre los costes de la independencia podemos destacar las influencias extranjeras y rivalidades internas de Uruguay, que provocan la Guerra Grande entre 1839 y 1851, la inestabilidad social y la fuga de capitales.
La historia del Uruguay abarca la historia del actual territorio de dicho país, desde antes de que se constituyera como estado hasta la actualidad.

Época precolombina


Indígenas del Río de la Plata. Dibujo del diario de viaje de Hendrick Ottsen, 1603. Nótese que uno de ellos tiene boleadoras.
Hay indicios de población en la Banda Oriental desde varios miles de años atrás, como lo testimonian los cerritos de indios, la Gruta del Palacio en Flores o los recientes hallazgos en Mataojo (Salto).[1] Otro hallazgo significativo son los antropolitos, zoolitos y ornitolitos.[2]
Los habitantes conocidos del actual territorio de Uruguay antes de la llegada de los españoles eran las etnias de indígenas mayoritariamente nómadas de los conjuntos pámpido y amazónido: charrúas, chanaes, guaraníes, yaros, bohanes, tapes, güencas o guenoas y arachanes, siendo los charrúas (del conjunto pámpido) los más importantes y los que más resistencia ofrecieron a los colonizadores europeos.

martes, 10 de abril de 2012

Lucha por la independencia

Artigas en la Ciudadela, óleo de Juan Manuel Blanes.
Iniciado el proceso revolucionario en Buenos Aires, en la llamada Revolución de mayo de 1810, la Banda Oriental tardó en sumarse. El denominado Grito de Asencio protagonizado por Pedro José Viera y Venancio Benavides el 27 de febrero de 1811, se considera tradicionalmente el punto de partida de la revolución en el país. Rápidamente al día siguiente se ocuparon las villas de Mercedes y de Santo Domingo de Soriano, solicitando auxilios a la Junta de Buenos Aires. José Gervasio Artigas, hoy considerado máximo héroe nacional, se sumó a la revolución y lanzó una exitosa revuelta en contra de España. Tras ocupar Soriano, Benavides tomó El Colla el 20 de abril. Manuel Francisco Artigas avanzó sobre las poblaciones del este, el 24 de abril de 1811 tomó la villa de Minas de Santa Lucía, el día 28 entró en San Carlos y el día 29 rindió Maldonado, luego un destacamento avanzó hacia el fuerte de Santa Teresa . Fuerzas unidas de Manuel Francisco Artigas y de Benavides liberaron San José el 25 de abril tras tomar a Porongos.
José Gervasio Artigas dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda Oriental, puesto que Colonia del Sacramento había sido ocupada el 26 de mayo por Benavides.[5

La historia del Uruguay abarca la historia del actual territorio de dicho país, desde antes de que se constituyera como estado hasta la actualidad.

Hay indicios de población en la Banda Oriental desde varios miles de años atrás, como lo testimonian los cerritos de indios, la Gruta del Palacio en Flores o los recientes hallazgos en Mataojo (Salto).[1] Otro hallazgo significativo son los antropolitos, zoolitos y ornitolitos.[2]
Los habitantes conocidos del actual territorio de Uruguay antes de la llegada de los españoles eran las etnias de indígenas mayoritariamente nómadas de los conjuntos pámpido y amazónido: charrúas, chanaes, guaraníes, yaros, bohanes, tapes, güencas o guenoas y arachanes, siendo los charrúas (del conjunto pámpido) los más importantes y los que más resistencia ofrecieron a los colonizadores europeos.