Independencia
La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el nombre de Estado Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María. También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río Yaguarón.El primer presidente, electo bajo la Constitución de 1830, fue Fructuoso Rivera, desplazando a Lavalleja, que no era de ningún modo del agrado de los brasileños. Fue sucedido por Manuel Oribe, asumido en 1834. No obstante, gran parte del poder seguía en manos de Rivera, gracias al cargo de Comandante General de la Campaña que se había creado para él mismo durante su mandato.
Diversos incidentes llevaron a la revolución de Rivera y sus partidarios en contra del gobierno en 1836. Oribe decretó que sus seguidores usaran una divisa blanca, mientras Rivera adoptó una cinta colorada (primero había elegido una celeste, pero debido a que se confundía con el blanco decidió cambiarla). Es de esta forma que nacieron los «blancos» y «colorados», quienes se enfrentaron por primera vez en la batalla de Carpintería, el 19 de septiembre de ese año.
Según Edmundo Narancio,[7] entre las consecuencias positivas de la independencia uruguaya podemos destacar el establecimiento de leyes básicas y la creación del pabellón a raíz de la jura de la Constitución, los nuevos derechos y libertades, el principio de autodeterminación, prohibición del tráfico de esclavos con países extranjeros, la supresión de un sistema fiscal complejo con numerosos impuestos y la apertura comercial. Por contra, entre los costes de la independencia podemos destacar las influencias extranjeras y rivalidades internas de Uruguay, que provocan la Guerra Grande entre 1839 y 1851, la inestabilidad social y la fuga de capitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario